La evolución, conceptos básicos
Seguro que todos habéis oído hablar de la evolución. Y seguro que cuando escucháis la palabra “evolución”, se os vienen a la cabeza cosas como “monos”, “fósiles”, “Darwin”, o incluso “pulgar oponible”. Pero, ¿sabemos qué es exactamente la evolución?
La evolución es un proceso universal que consiste en el cambio gradual de los seres vivos y del resto de objetos del mundo natural. En efecto, la evolución es algo general que afecta a los animales y a las plantas, pero también a las rocas, los planetas, las estrellas, y todo cuanto existe en la Naturaleza. Así pues, se podría hablar de una evolución biológica, una evolución geológica e incluso una evolución astronómica.
Todos estos procesos requieren normalmente tiempo, mucho tiempo, y por tanto, normalmente no somos capaces de percibirlos. Aunque hay algunos casos de evolución “en tiempo real”, de los que hablaré más abajo. Incluso hay una disciplina de la Biología que se llama Evolución Experimental.
Hay muchos ejemplos de evolución geológica; pensemos por ejemplo en las piedras del fondo de los ríos (los cantos rodados), que originalmente no son más que trozos de roca que se desprenden de la montaña, y que al ser arrastrados por la corriente se golpean unos con otros y así van adquiriendo su característica forma redondeada. Otro ejemplo son las montañas y los montes. Se forman por la deformación de la superficie de la Tierra como consecuencia del choque de las placas tectónicas. Al principio crecen y crecen, hasta que alcanzan su altura máxima, y a partir de ahí la erosión y el mismo movimiento de las placas hacen que se vayan redondeado en su cima y disminuyendo de altura.
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